Y llega el día que decides ponerte manos a la obra y crear una carta de vinos de la que quieras sentirte orgulloso, que sea una extensión de ti mismo, al igual que el resto de las cosas que ofertas, quieres saber defenderla y que sea un referente en el sector.
Nos ponemos manos a la obra.
En el post anterior COMO NACE UNA CARTA DE VINOS, te decía que preguntas te tenias que hacer para empezar a crear.
Primero…NO HABLAREMOS DE MARCAS, en principio, yo aquí no te voy a dar marcas, porque las que tienen en todos los sitios probablemente ya las conocerás y sino a golpe de click las encontrarás seguro.
En principio las marcas en sí, no nos interesan. Sería muy sencillo y entraría en conflicto con nuestros propios intereses (que son: 1º Confianza del cliente, 2ºSatisfacción del cliente, 3º Fidelización del cliente).
En concreto a mí, me gustan casi todos los vinos, casi todas las bodegas, raro es algo que no pueda cubrir un momento de deleite personal, y raro es que a éstas alturas alguien haga un mal vino. ¿Estás de acuerdo conmigo? Tan feliz me han hecho grandes vinos en grandes mesas, como viajar con amigos y tomar chatos de vino en la bodeguilla de algún pueblo, cada cosa en su contexto, a mí personalmente, en esa variedad me siento muy feliz.
Tenemos la gran suerte de vivir en un país que vive en su mayoría del TURISMO, un lugar elegido para el disfrute gastronómico, VINÍCOLA, por clima, por tradición, por cultura y cuando la gente nos visita no espera menos.
¿Dónde estas ubicado geográficamente?
Hace unos meses estuvimos en Galicia, una zona maravillosa gastronómica y vinícola de las que enamoran, por su autenticidad y su exclusividad. Una zona donde hay manjares para degustar y puedes comer o cenar viendo uno de los paisajes más bellos del mundo, llámese por ejemplo Cabo Finisterre… pues bien, caímos en un restaurante bastante tradicional y para sorpresa nuestra, la selección de vinos que tenían no se correspondia para nada con lo que esperábamos encontrar, Yo esperaba encontrarme el paisaje y los aromas dentro de una copa, bebérmelos, olerlos y llevarme ese grato recuerdo de cuando viajas, de cuando ves algo por primera vez, quieres llevártelo puesto en la piel, y lo que encontramos fue una selección hecha al tuntún, poco representativa de su tierra, una carta que bien te la podrías encontrar en cualquier rincón de una cualquier ciudad.
Si estás ubicado en una región típica de vinos, pero de la típicas de verdad, mi consejo es darle mucho valor a lo AUTENTICO, a lo AUTOCTONO, pero sin olvidarte de ofrecer alguna alternativa original y de calidad.
O al contrario, si estás ubicado en una zona que no es típica, te interesa seguir leyendo…
¿A qué tipo de público quieres orientar tu negocio?
Algunas veces, llegas a un sitio y te sientes como en casa, en cambio otras parece que seas una pegatina en la puerta del armario, no pegas para nada.
Porque cada uno somos UNICOS y a cada uno nos complacen unas cosas, cosas que cambian en momentos concretos de nuestras vidas, de nuestro día a día.
En las estrategias de marketing, siempre se busca el ACI: Avatar de Cliente Ideal, con gustos aficiones, inquietudes, profesiones, con un perfil muy claro. Imagínatelo y créalo, e intenta plasmar en un papel sus gustos, lo que le gustaría encontrar TIENES QUE MIRAR CON SUS OJOS. Imagínate tu cliente ideal y crea algo para ellos, sólo así llegará.
Probablemente sea alguien como tu, con tus gustos, así que DEFINETE, como eres?
Hemos conocido todo tipo de sitios, con carácter, con alma, personalidad… clásicos, tradicionales, de motos, de coches, femeninos, masculinos, modernos, pijos, macarras, clandestinos, clásicos, de cine, de barrio, de cerveza, de vinos, de copas, de todos los colores, monocromáticos, minimalistas… la lista es eterna!!!! Y dale lo que busca. NO todo está inventado aún.
Coge papel, bolígrafo y comienza a escribir quién es tu ACI.
¿Que le ofrezco a mi cliente?
Tómate una hora libre, con un café, papel, bolígrafo y comienza a escribir TODO LO QUE LE OFRECES A TUS CLIENTES, O TODO LO QUE LES VAS A OFRECER.
Y hazte (de nuevo) las preguntas correctas:
¿Tiene sentido la oferta?
¿Estoy siendo sincero conmigo mismo? ¿Y con mis clientes?
¿Está todo acorde a la oferta?
¿De verdad de la buena doy lo que oferto, o vendo humo?
¿Voy a hacer una selección que sea un espejo de mi mismo?
¿Voy a ser fiel y leal a mis principios?
¿Qué valores añadidos vas a ofrecer?
A día de hoy, tomar un vino, comer un bocado o visitar un sitio lleva instrínsecamente ligado el TENER UNA EXPERIENCIA, y te aseguro que para preparar una experiencia no necesitas un producto sin más, necesitas crear una selección de cosas que juntas cree algo especial.
¿Una copa adecuada?
¿Un mantel de lino?
¿Una flor estrategicamente puesta?
¿Compromiso de pulcritud?
¿Una atención exquisita?
¿Un buen plan sobre marketing olfativo?
¿Crear una nueva expectativa en tu cliente?
Hace unos meses visitamos una exposición de fotos de una fotógrafa poco conocida, y fue por casualidad, pero al entrar notamos un calor de hogar, un aroma reconocido (pan recién horneado?), a medida que avanzábamos por la expo nos invadía un amor casi fraternal, hecho que caí en la cuenta por los objetos que complementaban la escena, como una cámara leyca, una mesa con objetos personales, unas flores, un cuaderno a medio abrir como si se hubiese levantado en ese instante para recibirnos, en ese momento sonaba de fondo LoveMe Tender de Russian Red y Elvis… todos esos detalles que hicieron tener una experiencia breve, intensa, inolvidable.
Y por hoy creo que te llevas bastantes preguntas en la mochila que debes hacerte tu mismo, a tu entorno y a tu proyecto.
Si las contestas y eres sincero y comprometido, será un éxito.