¿Cómo se sirve el vino? ¿A que temperatura? ¿En que copa?
Para servir el vino correctamente hay que planificar los momentos y depende de la situación, tendrás que tener más previsión o menos.
Hay dos puntos clave: la temperatura y la copa.
LA TEMPERATURA:
Nos hará disfrutar más o menos el vino en cuestión, porque si un tinto está subidito de grados, hará que lo más volátil que tiene que es ALCOHOL, sea lo primero que nos viene a la nariz, y lo último que queremos es sentir el alcoholazo, en cata es un gran defecto cuando es la primera sensación que tenemos.
Del mismo modo que un tinto muy o demasiado fresco hará que los aromas se cierren y nos resulte incluso insípido.
Y los rosados y blancos, donde normalmente buscamos sensaciones más refrescantes, más acidez, menos densidad (hay excepciones) si no está a su temperatura, nos encontramos que nos resulta alcohólico y denso.
TEMPERATURA DE SERVICIO DE VINOS
BLANCOS: ENTRE 7º Y 10º y mantenemos la botella en la cubitera con agua y hielo
ROSADOS: a 10º es la temperatura ideal
TINTOS JOVENES: entre 10º y 12º
TINTOS CRIANZA Y RESERVA: 14º Tenemos que contar con que en cuanto se sirve en la copa, puede variar de 2 a 4º más. Me gusta mantenerlo en la cubitera sólo con agua fresca.
Y que decir del uso de unas buenas copas de vino, es fundamental, es como la tijera para el peluquero o el bisturí para el cirujano.
Un buena copa puede ensalzar un vino sencillo y un buen vino puede llegar a ser un desastre.
Para eso las grandes marcas gastan millones en i+d para ofrecernos incluso copas por cada variedad de vino. ¿No es fantástico?
LA COPA IDEAL DEBE SER:
En general, buscaremos una COPA de CRISTAL, AMPLIA y DE UN TAMAÑO MEDIO.
Lo importante aquí son: La superficie que está en contacto en vino y el movimiento que puede tener éste dentro de ella.
Los aromas y la oxidación se produce por el contacto del líquido con el aire, que se va oxidando, si la superficie es demasiado amplia, los aromas se oxidarán antes y se dispersarán con mayor rapidez.
Si tenemos el lado opuesto, y es muy pequeña, no habrá contacto con el aire y no se podrá expresar en aromas, y ni tan siquiera en la belleza del color.
LA CANTIDAD:
Un detalle que me gusta es poder ir sirviendo según vamos bebiendo, DOS DEDOS COMO MÁXIMO, es muy desagradable no poder moverlo con agilidad dentro de la copa, o que pese mucho, es cuestión de delicadeza.
CONSERVAR LOS VINOS EN CASA:
Uno de los grandes dilemas cuando no nos podemos permitir comprar una cava de vinos, o no tenemos un hueco ideal bajo una escalera (de los que solo salen en las revistas de decoración)
-Tenerlos en la zona más fresca de la casa, nunca en la cocina. (El calor tiende a subir, así que lo más pegados al suelo posible)
-Tenerlos en horizontal (para que el corcho siga húmedo)
-Nunca en la nevera durante mucho tiempo, el corcho se contrae y el vino se estropea seguro.
-No expuestos a la luz, es uno de los peores enemigos del vino, junto con los cambios de temperatura.
Sabéis que soy gran defensora de las tiendas especializadas, así que si no tienes donde guardar y almacenar, siempre habrá una tiendita cerca de casa donde lo conservan genial por tí.
Así que hazte con un buen termómetro y unas buenas copas, y seguro notarás la diferencia al tomarlo.
Hasta pronto.